Todo nos sale mal desde que vestimos la endemoniada camiseta con los colores de nuestro principal rival. Ya perdimos la Sudamericana y en el torneo local necesitamos poco menos que un milagro para llegar a la punta. Para colmo, el año que viene no jugaremos la Libertadores. Ahora nuestro único objetivo debe ser ganar. Arruinarle la vida a quien este en nuestro paso. Bajar a los punteros de lo más alto de la tabla, doblegar a nuestros clásicos rivales y mandar a la zona de descenso a los equipos mas necesitados de puntos.
Solo así nos tendrán miedo. Sólo así este equipo será tan grande como la historia de Boca lo requiere. Velez te esperamos en la bombonera. Está vez no será nada facil.
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